Yo era una niña que empezaba a sentir cierto interés por el
tenis, en parte por la afición de mi madre, en parte gracias a Alex Corretja,
Joan Balcells, Carlos Moyá y Albert Costa, por no hablar de otros grandes del
momento como, Marat Safin, Pete Sampras... Rafael Nadal aún no reinaba en la
tierra batida, y España aún no era dueña ninguna Copa
Davis.
Por aquel entonces empezaba a despuntar un joven rubio, con la
piel dorada, cuerpo delgado y fibroso, con gesto serio hasta el extremo, bien
apodado "El Mosquito". Un joven talento que señalaba al cielo en cada
una de sus victorias y nos emocionaba con el recuerdo de su madre que no pudo
verle triunfar.
Juan Carlos Ferrero, El Mosquito, me robó el corazón y me enganchó
al tenis con su juego elegante y rápido. El es el primer culpable de mi afición
al tenis y el anuncio de su retirada me ha pillado por sorpresa y me ha dejado
una pena indescriptible.
Creo sinceramente que, Juan Carlos, ha sido uno de los mejores y
mas talentosos jugadores de tenis de este país, y creo, también, que las
lesiones truncaron una mas que prometedora carrera. Aún así, cada vez
que reaparecía en las pistas cualquiera podía intuir el talento y tesón de
este inolvidable jugador. Ferrero hacía bonito el tenis como muy pocas raquetas
son capaces de hacer.
Podría escoger muchos momentos, Roland Garros en 2003 y su número
uno son probablemente los mas importante, pero para mí el mas importante es la
final de Copa Davis de 2000 contra Australia. Aquella final que me tuvo sentada
sin apenas pestañear con corazón en un puño hasta su conclusión
Ese último punto contra el mejor Leyton Hewitt (al que todavía hoy
odio), ese instante eterno, ese, es el mejor exponente del gran tenis que
practicaba Juan Carlos y significó la primera ensaladera para la, hasta ese
momento, parca en trofeos Armada Invencible. Ferrero abrió la veda.
Para mí siempre será uno de los mejores, siempre significará y
representará mi amor por el tenis.
Yo era una niña de 13 años que se "enamoró" de un
tenista y de una forma de hacer tenis. Hoy soy una adulta de 25 años que se
aguanta las lágrimas.
Eterno Mosquito.
*Fotos de mi carpeta en el instituto y, la última, de hoy durante la rueda de prensa.