sábado, 20 de febrero de 2010

Aquellos maravillosos años

Una mirada complice, la sonrisa de momentos compartidos. Entra un chico en el vagon, se rien con eco nervioso. Las primeras páginas de una historia, que es ahora cuando empieza. La edad dorada, todo es tan intenso como sus miradas. Los cuerpos cambian, las almas crecen...
Yo veo en como se miran todas las ilusiones compartidas. Se necesitan, la una a la otra. Sus cuchicheos, casi gritados, me transportan a otra vida. Una en la que era yo la que reia, quien casi no dormia pensando en una sonrisa.
Recuerdo las veces en que una mirada me hizo hablar una semana, y en que un beso era una conquista largamente deseada.
En sus ojos me veo, en otra época, ni mejor ni peor, solo lejana. Y nos veo a todas sentadas, aquellos bancos que tantos sueños acogieron, y que tantas veces nos vieron volar, de las manos agarradas.
Se bajan del tren, se agarran y se rien, lanzan miradas a los chicos que las miran. Y yo me siento tranquila, porque fui feliz, tuve lo que ellas tienen, tuve quien siempre me acogio entre sus alas.

A mis amigas.

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