lunes, 28 de marzo de 2011

Crónica de un (casi) desmayo

Hoy ha sido uno de esos días para recordar...¿como os lo explico? Hoy operaban a mi madre, una operación sencilla (vamos, ya esta en casa), pero eso no te quita la preocupación, porque al fin y al cabo se trata de entrar en un quirofano, anestesia, etc.
El caso es que hemos ido al hospital, y aprovechando la espera para que la metieran a quirofano mi hermana me ha comentado que podíamos ir a donar sangre, ya que las dos somos donantes y hacia algunos meses que no habitamos podido ir a donar. El caso es que a mi no me apetecía mucho, pero bueno, ya que la acompañaba pues donaba, porque no lo quería dejar pasar mas.
Mi hermana no ha podido donar porque tenía la tensión baja (9-6), pero yo con 11-6 si que he podido donar, así que he extendido mi brazo lleno de pequeñas y finas venas, la buena mujer ha introducido digamos...incorrectamente la aguja, y ha rebuscado un rato hasta que se ha rendido (con el consabido moratón, claro), el caso es que ¿para que rendirse? ha llamado a un compañero a que me buscara una vena mejor en el otro brazo y esta vez BINGO el buen hombre la ha encontrado y hemos empezado con la extracción, genial, si no fuera porque con la previa búsqueda de la vena perdida muy probablemente mi tensión habría bajado unos cuantos puntos, pero ya puestos...
Cuando he terminado me han dado un vale para ir a desayunar a la cafetería del hospital, zumo de naranja (bastante rico), un croassant mini y reseco y un café que he tenido que regalar a mi hermana que se bebe cualquier cosa, porque mi estomago se negaba a tolerar esa cosa.
El caso es que tenía el estomago un poco revuelto, pero por el momento todo correcto, hasta que...volvemos a la sala de espera a (valga la redundancia) esperar la salida de mi madre del quirofano, y mientras estaba sentada todo correcto. Nos llaman para que entremos a la antesala del quirofano, donde todo sea dicho de paso hacia un calor de mil infiernos, y nos quedamos de pie esperando a que salga mi madre. La sacan en camilla, hablando y tranquila, al final solo le habian puesto anestesia local. El caso es que nos dicen que se la llevan y que esperemos al cirujano (que nunca apareció), y derrepente mientras espero de pie, el mundo empieza a dar vueltas, el estomago se me pone boca abajo y empiezo a tener un calor infernal por todo el cuerpo y un sudor frio horrible, me ha tenido que llevar mi hermana sugetandome hasta el baño, donde me he tirado en el suelo con la cabeza apoyado en la taza del vater. Creo que el frió del suelo me ha salvado de un mas que anunciado desmayo.
Me recupero y entramos a ver a mi madre, la mujer tumbada en la cama, esperando a que se le pasara el efecto de la anestesia y recién operado y yo que derrepente me empiezo a marear otra vez, para estas alturas ya parecia asiatica de lo amarilla que estaba. Y ahí tenéis a las enfermeras sentándome y dándome aire. Una sala llena de gente recién operada y esas buenas mujeres ocupándose de que yo no me desmayara...lamentable, realmente lamentable.
Y aquí estoy ahora, sentada en el sofá, al lado de mi madre y pasando la horrible resaca que se me ha quedado...y eso que soy abstemia!!!

1 comentario:

  1. ¡¡Qué mujer!!Tenías envidia de que tu madre estuviese enferma y tú también querías o qué??¬¬' En verdad pobrecita, a mi también me dan bajones de tensión de vez en cuando de esos y los odio :(
    Un beso primiii !!

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